Muchos municipios conservan todavía cruces en la entrada del término que, en su origen, servían para marcar los diferentes territorios que formaban parte. En el caso de Vila-seca, su estructura era similar a la de las poblaciones medievales y estaba formada por diferentes términos independientes pero con muchos lazos entre sí.
Los territorios de Salou, Vila-seca del Comú y Vila-seca de Solcina estaban delimitados por la Creu de la Beguda, la más conocida de Vila-seca, situada hoy en día en el Raval de la Mar. La Creu de la Beguda es el último vestigio de las cruces del término, y de otros indicadores que señalizaban los caminos.
Las primeras referencias que se han encontrado de la Creu de la Beguda constan en documentación del siglo XVI, pero su origen se intuye medieval. La Creu de la Beguda, hecha de piedra tallada, quedó destruida durante la Guerra Civil (1936-1939). Además del pedestal, existía una columna octava y una pequeña cruz de hierro. Se salvó únicamente el pedestal de piedra, sobre el que se colocó una cruz de hierro forjado realizada por el escultor vila-secano Antoni Mas (padre), que es la que se conserva actualmente.
La Creu de la Beguda es uno de los ítems de la ruta para conocer el centro histórico de Vila-seca a través de los monumentos patrimoniales que disponen de un código QR.